jueves, 17 de abril de 2014

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Nuevo planeta extrasolar de tamaño parecido a la Tierra...


El planeta Kepler-186f es ligeramente mayor que la Tierra y está en lo que se denomina zona de habitabilidad, es decir, a una distancia del astro a la que el agua ni se evaporaría ni se congelaría. Los científicos señalan que, teóricamente, allí podría haber agua en estado líquido en la superficie. Está a unos 500 años luz de distancia de la Tierra y es el más exterior de los cinco planetas que giran en torno a una estrella enana, más fría que es Sol. “Hay gente que llama habitables a estos planetas y, por supuesto, no tenemos ni idea de si lo son. 


Solo sabemos que están en una zona habitable y que es el mejor lugar para buscar planetas que realmente lo sean”, advierte el astrónomo Stephen Kane, de la Universidad del Estado del San Francisco. Él forma parte del equipo, liderado por Elisa Quintana (astrónoma de la NASA), que ha descubierto el Kepler-186f con los datos obtenidos por el telescopioKepler. Los investigadores han logrado determinar el tamaño de Kepler-186f (1,1 radio terrestre), pero aún no conocen su masa, por lo que no pueden calcular su densidad. “Una vez que conoces la densidad media de un planeta, puedes decir si es rocoso o no”, añade Kane. El descubrimiento se publica en la revista Science.

Kepler-186f está cerca del límite exterior de lo que sería la zona de habitabilidad alrededor de la estrella Kepler-186 (en la constelación del Cisne), por lo que el agua en su superficie correría el riesgo de congelarse, pero como es algo mayor que la Tierra, a lo mejor tiene una atmósfera protectora algo más densa que la de nuestro planeta y térmicamente más aislante.
La estrella en torno a la que gira es diferente del Sol: más pequeña, más fría, consume su combustible más lentamente y su luz es demasiado débil para ser observable a simple vista desde la Tierra. Las estrellas de este tipo, explica Kane en un comunicado de su Universidad, son abundantes en la galaxia y, en principio, serían prometedoras desde el punto de vista de buscar vida a su alrededor, porque duran mucho más que las grandes, “lo que alargaría considerablemente el plazo de tiempo en el que podrían surgir la evolución biológica y las reacciones bioquímicas en la superficie”, añade el investigador. Pero, por otra parte, estos astros tienen a ser más activos que el nuestro, con más destellos y, potencialmente, emitirían más radiación hacia los planetas. Kepler-186 f da una vuelta completa en torno a la estrella en 13o días terrestres y recebe de su estrella un tercio de la energía que la Tierra recibe del Sol.

“Una de las incógnitas más interesantes de la ciencia es si la vida puede surgir en otro planeta o, lo contrario: si es algo único del nuestro. El descubrimiento de planetas con propiedades similares a las de la Tierral es un eslabón importante en la cadena que hace falta para dar respuesta a esta pregunta”, afirma Fred Adams (Universidad de Michigan), científico del equipo.
En su caza de planetas similares al nuestro, los astrónomos habían descubierto ya algunos que, por algunas características, se ajustarían al patrón, resume Yudhijit Bhattacharjje en Science. Kepler 20e es algo más pequeño que la Tierra y gira en torno a una estrella similar al Sol, pero fuera de la zona de habitabilidad (estaría demasiado cerca del astro y, por tanto, sería demasiado caliente); Kepler-22b está en órbita de una estrella como la nuestra y en zona habitable, pero es más grande que la Tierra (2,4 veces su radio); y ahora Kepler-186 f, cuyo tamaño encaja y está en zona habitable, pero la estrella no es como el Sol. En las últimas dos décadas, desde que se descubrió el primero, los astrónomos han encontrado unos 1800 planetas extrasolares en otros sistemas planetarios. Solo 20 de ellos orbitan alrededor de sus estrellas en zona habitable, recuerda la Universidad de Michigan. Pero todos ellos eran, hasta ahora, mucho más grandes que la Tierra.
Los otros cuatro cuerpos compañeros de Kepler-186 f en torno a la estrella enana tienen un tamaño inferior a la mitad del terrestre y sus órbitas duran tres, siete, 14 y 22 días respectivamente. Son demasiado calientes e inhóspitos para una forma de vida como la que conocemos, explican los investigadores del Centro Ames de la NASA y el Instituto SETI, en los que trabaja Quintana.
El planeta Kepler-186f ha sido descubierto con el método de tránsito, es decir, midiendo la ligerísima atenuación del brillo de una estrella cuando un cuerpo en órbita a su alrededor se cruza en la línea de visión de la Tierra. Tras ser detectado con el telescopio espacial Kepler, de la NASA, los científicos recurrieron a grandes telescopios (el Keck II y el Gemini) en Hawai para confirmar el hallazgo y desvelar algunas de sus características.

CINCO NUEVOS MATERIALES QUE PODRÍAN CAMBIAR EL MUNDO...


1. El grafeno:En 2004 Andre Geim y Konstantin Novoselov de la Universidad de Manchester, Reino Unido, jugaban con una cinta adhesiva y un trozo de grafito cuando descubrieron que podían hacer láminas de carbono de un átomo de espesor. Por este descubrimiento, en 2010 fueron galardonados con el premio Nobel de Física. El grafeno es uno de los materiales más finos, flexibles, transparentes, fuertes y con mayor conductividad que existen, y tiene el potencial suficiente para revolucionar, entre otros campos, la industria de la telefonía móvil, las telecomunicaciones, la industria textil, pero también para redefinir la forma de elaborar fármacos contra el cáncer o para la elaboración de biosensores para detectar bacterias en el organismo.


2. La seda de araña:



La resistencia y elasticidad de la tela de araña la han convertido durante años en motivo de estudio, donde los científicos han estado tratando de crear su versión sintética en el laboratorio. De hecho, un grupo de investigadores estadounidenses ha creado una seda de araña sintética más fuerte que el metal y algunos de los posibles campos y aplicaciones útiles de la misma podrían ser la industria textil: para la elaboración de chalecos antibalas o incluso en implantes médicos.

3. Los metamateriales:



Controlar y curvar la luz alrededor de un objeto de forma que parezca invisible a simple vista es la teoría detrás de las capas invisibles. Puede parecer fácil en las películas de ciencia ficción, pero es difícil de crear en la vida real, porque no hay material en la naturaleza con las propiedades necesarias para curvar la luz de esa manera. No obstante, los científicos han logrado crear nanoestructuras artificiales que pueden hacer el trabajo: son los llamados 'metamateriales', que podrían tener aplicación para el desarrollo de 'mantos de invisibilidad' o en campos como la aviación militar.

4. El shirlk



Es un material tan fuerte como el aluminio, que imita la fuerza, resistencia y versatilidad de la cutícula de los insectos. Fue desarrollado por investigadores de la Universidad de Harvard. Este material, de muy bajo costo, que además es biodegradable y biocompatible, podría reemplazar en un futuro a los plásticos en productos de consumo y ser utilizado de forma confiable en procedimientos médicos, según sus desarrolladores.

5. El estaneno:


Es un material cuya existencia se ha demostrado teóricamente y que sería un aislante topológico, y por tanto mostraría superconductividad al conducir la electricidad por sus bordes sin resistencia a temperatura ambiente. Se compone de átomos de estaño dispuestos en una sola capa, de una manera similar al grafeno. Por sus características, sería práctico para su uso en circuitos integrados para hacer ordenadores más rápidos, más pequeños y enérgicamente eficientes