lunes, 23 de junio de 2014

SE DESPLAZA LA BRÚJULA MAGNÉTICA DE LA TIERRA..


El primer conjunto de resultados de alta resolución a partir de tres satélites de la constelación Swarm de la Agencia Espacial Europea (ESA) confirma una tendencia que ya se había observado en los últimos años: el movimiento del norte magnético desde Norteamérica, donde se encuentra en la actualidad, hacia Siberia. Este cambio, que podría acontecer en menos de medio siglo según anunciaron los geofísicos ya hace varios años, podría suponer que las auroras boreales dejaran de aparecer en los cielos de Alaska para hacerlo en Siberia y el norte de Europa. Donde apuntan las brújulas no será el mismo sitio.


Lanzado en noviembre de 2013, Swarm proporciona conocimientos sin precedentes en el complejo funcionamiento del campo magnético de la Tierra, que nos protege de la radiación cósmica. Las mediciones realizadas durante los últimos seis meses confirman el movimiento del norte magnético desde la isla de Bathurst, en Canadá, hacia Siberia. Este conocimiento es fundamental en muchos campos, como para los marinos, que se fían de sus brújulas para dirigir la navegación.
No hay que confundir los polos magnéticos con los geográficos. Los primeros no son constantes, y cambian ligeramente año a año. Los científicos consideran probable que estos movimientos sean oscilaciones cíclicas, por lo que después de desplazarse a Siberia es posible que vuelva de nuevo a Canadá.
Los resultados también refuerzan la tendencia general de debilitamiento del campo magnético, con descensos más drásticos en el hemisferio occidental. Pero en otras áreas, tales como el sur del Océano Índico, el campo magnético se ha fortalecido desde enero.
Estos cambios se basan en las señales magnéticas derivadas de núcleo de la Tierra. En los próximos meses, los científicos analizarán los datos para desentrañar las contribuciones magnéticas de otras fuentes, como el manto, la corteza, los océanos, la ionosfera y la magnetosfera.
Esto proporcionará una nueva visión de muchos de los procesos naturales que se producen en el interior de nuestro planeta con el clima espacial provocado por la actividad solar. A su vez, esta información dará lugar a una mejor comprensión de por qué el campo magnético se está debilitando. Los primeros resultados han sido presentados en el III Encuentro de Ciencias del Swarm, en Copenhague, Dinamarca.
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EXPLICADO UNO DE LOS MAYORES MISTERIOS SOLARES...


Uno de los grandes misterios que encierra el Sol no es precisamente el núcleo, del que conocemos su composición y estructura gracias a los fenómenos que podemos estudiar en la superficie y por otros métodos indirectos. El misterio, precisamente, radica en la capa más externa de nuestra estrella, la corona solar. Y es que desde que se empezó a estudiar el Sol de forma científica, no se ha podido resolver el enigma de la elevadísima temperatura que tiene la corona, contra toda lógica, muy superior a la de su superficie.

Astrónomos observan por primera vez con nitidez un musgo solar, una región de campos magnéticos que puede ser clave para entender por qué la atmósfera solar del Astro rey es aún más caliente que su superficie


La corona, que se extiende por más de un millón de km desde la superficie solar (el Sol tiene 1.400.000 km de diámetro), muy diluida y enrarecida, tiene la escalofriante temperatura de 2 millones de grados centígrados, mientras que la superficie visible solo alcanza los 5.500ºC.
La corona solar debería estar mucho más fría que la superficie solar, ya que a medida que nos alejamos del núcleo del Sol, que está a 15 millones de grados, las diferentes capas se van enfriando hasta llegar a la superficie. Nunca ha habido una respuesta convincente a este misterio, aunque siempre se había hablado de poderosos campos magnéticos. Pero gracias a los estudios previos que se acaban de hacer, se ha podido ver qué ocurre y los científicos creen que parte del misterio ha sido descifrado.
Dos astrónomos de la británica Universidad de Northumbria, utilizando una cámara para ver el ultravioleta, han obtenido imágenes excepcionales y nítidas, aunque en un corto período de tiempo, de unmusgo solar, plasma o material solar atrapado en poderosísimos campos magnéticos de la corona que puede ser el culpable de la subida de temperatura.
Estudiando la corona solar en longitudes de ultravioleta extremo, más allá del azul del espectro visible, se ha conseguido ver por primera vez los acontecimientos que tienen lugar en esa zona con una claridad antes nunca conseguida. La cámara empleada para la misión tiene cinco veces más píxeles que un televisor de última generación UHD.

A una velocidad endiablada

La cámara estaba observando una zona de la corona en la que los campos magnéticos son especialmente fuertes y allí encontró un musgo solar. El musgo apareció como una mancha considerablemente brillante. De tal forma que estos campos magnéticos crean estas estructuras particularmente brillantes y de altísimas temperaturas. Los musgos contienen campos magnéticos individuales altamente dinámicos con velocidades de 16.000 km/h, según James McLaughlin, autor del estudio.
Las ondas magnéticas son especialmente atractivas para el transporte de energía a lo largo de las estructuras magnéticas y para distribuirlas alrededor de la atmósfera del Sol. "Nuestro trabajo demuestra que las ondas magnéticas pueden desempeñar un papel clave en el calentamiento de la corona. La corta duración de las imágenes de alta resolución de la corona solar y los datos utilizados en este estudio pionero sólo nos han dado una visión tentadora de los secretos más ocultos del Sol. Muestran la necesidad de que futuros instrumentos permitan comprender estos fenómenos intrigantes", explica McLaughlin

Se ven en los eclipses